Trasformar el Capítulo en vida

Estàndard

 

 Imatge

(Ángel Asurmendi).-  El sábado 12 de abril se cerraron las sesiones del Capítulo General 27. En la Eucaristía de conclusión y de acción de gracias, que presidió el Rector Mayor, se proclamaron las lecturas del día. Hubo una línea de la lectura de Ezequiel que me llamó especialmente la atención en el contexto de la celebración: “Así dice el Señor: Yo voy a recoger a los israelitas por las naciones donde marcharon y voy a congregarles de todas las partes y los voy a repatriar. Los haré un solo pueblo.”

Define muy bien la experiencia que hemos vivido. La Congregación está extendida por 132 países y de muchos de ellos había representación. Somos muy diferentes y el carisma salesiano se ha ido inculturando con rasgos distintos en cada sitio. Pero hemos vivido una experiencia eclesial única: el Señor nos ha convocado, nos ha recogido de las diversas naciones por las que estamos repartidos y nos ha hecho sentirnos un solo pueblo. Tan diferentes y tan unidos en lo esencial. Tan distintos y tan interesados por hacer de nuestra vida consagrada un testimonio único de vida y de Resurrección. Con tareas de misión tan diferentes, pero todos unidos en el trabajo por los jóvenes. Unidos, pero no uniformados.

Como consecuencia del capítulo hemos adquirido mayor conciencia de la necesidad vital de profundizar en lo fundamental, si queremos tener credibilidad y fecundidad. Es verdad que somos, seguramente, la agencia educativa más extendida en el mundo, pero no basta. No es lo primordial. Hemos hecho un ejercicio de ir a las raíces Necesitamos volver a la radicalidad en el seguimiento de Jesús, ir al fondo de lo que nos mueve, nos anima y de lo que empuja nuestra misión.  Recuperar la gracia de unidad que se condensa en el “Da mihi animas, cetera tolle”. Despertar al mundo, viviendo como místicos en el servicio con los jóvenes y como profetas de fraternidad en nuestras comunidades educativas. Con un estilo de vida sencillo y simple que deja de lado cosas que, aunque buenas, no son fundamentales.

Nos gustaría trasmitiros toda esta riqueza no con las palabras sino con la vida de cada día.

Deixa un comentari